La rapiña y la corrupción
El Programa Nacional Fronterizo
El hotel siguió en funcionamiento hasta que en 1964, cuando por adeudos bancarios cae en manos del Programa Nacional Fronterizo, donde como propiedad federal pasa a manos de la Junta Federal de Mejoras Materiales y empieza la destrucción.
En entrevista, José Luis Fernández Ruiz, exadministrador del Centro Cultural Riviera y uno de los estudiosos del inmueble explica que el liquidador del Hotel Riviera del Pacífico es Felipe Ruanova Zárate por parte de la Junta Federal de Mejoras Materiales.
Éste junto con otros funcionarios públicos modifican mapas, propiedades, linderos y desmantelan el valioso edificio que es saqueado desapareciendo en el proceso documentos.
Fernández Ruiz precisa: “No hay documentos fehacientes que señalen quienes lo compraron o como, pero ahora todos los que entonces eran funcionarios o recién llegados del entonces gobierno estatal aparecieron como dueños”.
“Nadie sabe si se pagaron, de hecho se habla de un despojo porque no se documentó los pocos papeles que existen de esa época son escuetos, imprecisos pero significaron la pérdida de candelabros, tapetes persas, mobiliario antiguo, espejos, herrería, ventanas”.
Lo único que no se pudieron robar fue el candelabro que adornaba el casino, porque su tamaño no lo permitió.
Asimismo no se robaron las pinturas de Alfredo Ramos, porque en ese momento aun se desconocía el valor de las mismas, que en la actualidad ascienden a varios millones de dólares.
Sin embargo muchos funcionarios de aquella época resultaron beneficiados con manzanas enteras, que con mucho habrían pagado cualquier adeudo del hotel y que en la actualidad aun permanecen abandonadas como parte del botín de los especuladores.