El 11 de febrero del 2011 el XX Ayuntamiento de Ensenada clausuró la Planta Energía Costa Azul, filial de Sempra Energy en una decisión que a casi un año de distancia afectó en lo general, la imagen de Baja California y en lo particular a Ensenada como zona segura para inversiones extranjeras.

Sin embargo el efecto más nocivo fue para el Presidente Municipal de Ensenada Enrique Pelayo Torres y sus asesores que meses después de la incursión fallida no se han recuperado e incluso parte del equipo que lo empujó para decidir este acto, esta fuera ya de la nómina municipal.

La noticia de la clausura de la Planta de Energía Costa Azul, le dio la vuelta al mundo en minutos, y también en minutos los policías municipales que habían sido enviados por el Alcalde para cumplir las órdenes ejecutadas en punto de las 16:38 horas de ese 11 de febrero, fueron desalojados por personal del Ejército Mexicano, Policía Federal y Policías Ministeriales.

Los sellos colocados por el Ayuntamiento aduciendo que se habían violado diversos artículos e incumplido con una serie de reglas, fueron rotos para tomar las instalaciones, que de haberse apagado como se ordenó, pudieron significar un riesgo para la instalación y las personas que estaban en ella.

A lo largo de los días siguientes el caso Sempra ocupó los titulares de medios de comunicación nacional e internacional y la atención de diputados algunos de los cuales incluso intentaron usar el tema con fines personales.

 La intensión del Alcalde al pasar de los días puso en evidencia un “sospechoso trato” con un oriental de nombre Susumo Azano, además de exacerbar los ánimos en pro y en contra del alcalde y Sempra.

A casi un año de distancia todas las acusaciones realizadas por el alcalde han sido echadas por tierra en los juzgados, junto con las intensiones de derrumbar la instalación.